Esta noche de domingo cerró a la perfección para Mitre que se hizo de la copa y del primer puesto del torneo provincial de básquet femenino. 62 a 41 venció a Capri en un tercer juego que, por la performance de las «azurras» el viernes pasado, hacía dudar a cualquiera.
Pese a eso, las dudas no eran de las auriazules: el equipo entró confiado, en su casa y creyendo que se le iba a dar la oportunidad de alzar el trofeo. El primer cuarto fue similar al jugado en casa de Capri, con cada pelota peleada de lado a lado y algunas desinteligencias de ambos bandos en la zona pintada.
El club Mitre abarrotado de gente de ambas hinchadas con rostros pintados, globos, engamados con remeras del mismo tono en la tribuna, hacían del lugar una celebración del básquet femenino y su crecimiento. Para el segundo cuarto las de Mitre enfilaron a la cancha con el doble de seguridad porque Capri sobre el final del primer cuarto había mostrado mucho apuro y nerviosismo y eso reforzaba la firmeza del local.
Para el segundo cuarto, sobre el final, la visita ya estaba incómoda, desde la banca apuraban cambios, pedían calma pero las cosas no salían. Capri no encontraba su ritmo y Mitre descansaba en las manos de Stockmanns y Sánchez. Noguer y Gimena, las grandes referentes del equipo, apoyaban moralmente al equipo y le daban confianza a las jóvenes de la cantera «mitrense», Mendieta y Amparo, que daban sus primeros pasos en una final.
Para el descanso largo la campaña política se sintió, y al igual que en el primer juego cuando el gobernador electo Hugo Passalacqua se regodeaba en las gradas con la camiseta de Mitre, también esta vez hubo figuras políticas presentes; el vice gobernador Carlos Arce se sumó al partido definitorio para apoyar a las jugadoras.
Al regreso, el tercer cuarto, sobre el principio, pareció que la segunda mitad era lo de Capri y arremetieron con fuerza y coraje a un Mitre que parecía cansado y lograron a fuerza de agilidad y tiros de tres acercarse a 6 puntos de distancia. El auriazul desde la banca notó la remontada y renovó posiciones con jugadoras juveniles que le dieron rapidez a los tiros de Stockmanss.
Para el cierre del tercer cuarto la historia se había contado. La distancia de puntos y la localía hicieron lo suyo. Mitre siguió jugando y acertando, recuperando pelotas y, sobre todo sobre el final, emocionándose tanto dentro y fuera de la cancha. Los gorros en azul y amarillo empezaron a asomar y los vitoreos de «dale campeón», se empezaron a oir, pese a que las azurras no paraban en la cancha de pelear ninguna pelota.
Pitaron el final y la cancha fue ocupada por los hinchas de Mitre que festejaban a puro abrazo la fiesta del tan esperado campeonato.
