No es una novedad el buen trabajo que viene realizando la dirigencia de Bartolomé Mitre de
Posadas. Hace algunos años elaboraron un proyecto para volver a posicionar a la entidad del
Barrio Rocamora y lo van cumpliendo según las etapas que diseñaron.
Son muchas las decisiones que fueron tomando, muchas de ellas, quizás no son tan visibles,
pero no son menos importantes. El ordenamiento, la sede céntrica, las canchas auxiliares para los
chicos, vestuarios y el gimnasio son una muestra del trabajo de esta joven dirigencia.
También desde lo futbolístico, después de años de frustraciones, encargaron un proyecto que,
a pesar de la mala fortuna del Regional Amateur, lo sostuvieron y con nuevos criterios y un rico
plantel, sin olvidarse de los juveniles, compiten con aspiraciones en el provincial de la FeMiFu.
Y finalmente le tocó al estadio. Tribunas reacondicionadas y pintadas, cercos perimetrales, y el
ordenamiento general son una realidad que ya puede disfrutar el aficionado. Paralelamente desde hace un par de años, la dirigencia inició un trabajo que requiere una enorme inversión y cuidado continuo. Hablamos del campo de juego, lugar donde los verdaderos protagonistas, los jugadores, tienen ahora, una verde gramilla, esa que permite que la pelota sea una invitada de lujo y tenga un trato preferencial.
En los cuarenta años de De La Tribuna, fuimos muy críticos de los escenarios deportivos y
pregonamos por nuevas infraestructuras, las que permitan el crecimiento del deporte, hoy
debemos destacar el trabajo de la dirigencia auriazul.
Bartolomé Mitre es hoy un claro ejemplo, el estadio, el verde césped, las instalaciones
céntricas son una realidad, objetivos de un proyecto. Ahora seguramente vendrá la apuesta
futbolística, que seguramente no será una tarea fácil, quizás aún más difícil, pero el escenario
es óptimo, los protagonistas, jugadores y la pelota, agradecidos.