La selección alemana de básquet se consagró hoy por primera vez campeona mundial tras vencer en la final a Serbia por 83-77 (47-47) en Manila. El equipo liderado por el capitán Dennis Schröder celebró así el mayor éxito de la historia de una selección alemana de básquet, que sólo había alcanzado una semifinal en sus anteriores participaciones.
La Selección alemana sucede en la corona de España y, como hicieran precisamente los ibéricos en China 2019, levantó el título sin haber perdido un solo partido durante el torneo y habiendo eliminado en semifinales a Estados Unidos 113 a 111.
En un partido parejo hasta la primera mitad 47-47, la clave estuvo en el tercer cuarto cuando Alemania y su estrategia comenzaron a dar mejores resultados. Fue la defensa de Voigtmann, junto a Theis, ante Milutinov la que cambió todo. El pivote de Olympiacos no pudo jugar bien profundo y eso le quitó espacios a los perimetrales, bien presionados por los teutones. Fue una gran telaraña defensiva para meter un parcial de 15-6 y así comenzar el último cuarto (69-57) con ventaja de 12. Schroder, impredecible, fue la figura más brillante, el que tomó el comando del juego, llegando a 23 puntos.
Serbia perdió su segunda final como país independiente tras un Mundial más que completo, en el que dejaron en el camino a Lituania, que previamente ganó en la definición de fase de grupo a Estados Unidos, que sumo una nueva decepción y que además al caer ante Cánada 127 a 118 en suplementario por el bronce, sumó tres derrotas en este certamen. Cánada logro su mejor posición en mundiales