OTC dio pelea en La Rioja pero el oficio y la calidad del experimentado Federico Aguerre y Nicolás de los Santos fueron demasiado esta noche para los de Oberá.
El Celeste visitó a Riachuelo (los riojanos sin posibilidades de clasificar) en el Superdomo de La Rioja buscando sumar una victoria para seguir acumulando triunfos y confianza de cara a los playoffs, pero este viernes, el tenis, se llevó todo lo contrario de La Rioja y empieza a extrañar a Pipi Barreiro recientemente operado del tobillo.
A los cambios dentro del plantel celeste y como producto del azar, uno de los máximos encestadores de la noche del equipo riojano fue Federico Aguerre que se incorporó al equipo a principios de mes tras dos temporadas en Brasil y para reemplazar al lesionado Anthony Young, quien durante la fase regular fue el segundo goleador del equipo con 14.7 puntos y 4.3 rebotes en 33 partidos.
La ausencia de Young fue tremendamente compensada por la actitud demoledora de Aguerre que desde que pisó cancha, encontró y generó el espacio para anotar en una noche donde anotó 28 puntos.
Pese a encontrarse abajo en marcador, el último cuarto todavía le ofrecía la posibilidad de estar en juego al Celeste, pero arrimando los últimos cuatro minutos el resultado estaba «cantado»: Aguerre entró en una espiral de triples sin falla, Corso se plegó a esa energía y el riojano se alejó en el marcador.
El elenco misionero (récord 19 triunfos / 18 derrotas) continuó así su temporada llena de altibajos y a pesar de que peleó para mantenerse en partido, no le alcanzó y fue superado por 14 puntos con un marcador final de 95 – 81.
Unión de Santa Fe será el próximo rival del equipo misionero en su último partido de la fase inicial a realizarse el domingo.
