La segunda fecha del Turismo de Carretera se disputará en Viedma, Río Negro, en lo que será la primera experiencia con un nuevo modus operandis financiero. Esta vez y debido a la crisis económica actual, el gobierno provincial no aportará los fondos para garantizar la competencia, pero si brindará la logística relacionada con el servicio de salud, seguridad y bomberos, fundamentalmente. De resultar positiva la experiencia, se podría replicar las próximas fechas ya que la mayoría de las provincias atraviesa la misma situación. Posadas tiene fecha prevista para julio y esta variante facilitaría su llegada.
Ante este nuevo panorama, se encaró una nueva manera de financiar los costos. En lugar de cobrar un canon fijo por la realización de la carrera, la ACTC ha decidido quedarse con el valor de las entradas vendidas. Este cambio significa que la financiación del evento dependerá directamente de la cantidad de espectadores que asistan a la competencia. Es un giro significativo en la forma en que se financia el Turismo Carretera, y Viedma será el primer escenario en poner a prueba este nuevo enfoque.
Según Augusto Rochet, miembro de la Comisión Normalizadora del Auto Moto Club de Viedma, este cambio representa una oportunidad para las provincias que reciben al TC. Aunque inicialmente se negaron a pagar el canon propuesto, la ACTC decidió seguir adelante con la carrera y quedarse con el valor de las entradas. Para las provincias, esto significa mantener la plaza en el calendario y beneficiarse de la llegada del TC.
El éxito de este nuevo esquema de financiamiento dependerá en gran medida de la cantidad de espectadores que asistan a las carreras. Con alrededor de 15.000 espectadores, el saldo sería positivo para la ACTC, lo que significa que las entradas se han fijado en 15.000 pesos para las generales y 30.000 pesos para el acceso a boxes.
Si este «experimento» en Viedma resulta exitoso, podría convertirse en el modelo a seguir para enfrentar los desafíos económicos en el futuro. Con este nuevo enfoque, la ACTC busca asegurar la realización de las competencias del Turismo Carretera en un momento en el que «no hay plata» disponible para apoyar eventos deportivos de esta magnitud, aunque hay sectores empresariales que, en este caso colaboraron con la sponsorización.