En 2005 el instituto educativo Jesús Niño de la ciudad de Posadas apostó a hacer lo que ellos denominan una “jugada maestra” al incluir el ajedrez como un taller optativo. La búsqueda dentro del contexto de formación buscaba cautivar corazones proponiendo otra forma de pensar.
Así, con la impronta de esta disciplina, a lo largo de estas dos décadas realizaron anualmente torneos escolares con la participación de ajedrecistas de otras escuelas misioneras que en ocasiones sumaban más de un centenar de competidores.
La propuesta no quedó en el interior del Instituto sino que para abonar la motivación de
los estudiantes se llegó a competir en torneo Provinciales y Nacionales, olimpiadas, participación en partidas simultaneas en diversos lugares.
Según el docente Victor Rojas el ajedrez representa «un cruce de cuatro mundos: el juego, el arte, la ciencia y el deporte, cada uno de ellos resaltando su riqueza cultural e intelectual de manera única».
Rojas además reconoció que «desde sus inicios, el taller atrajo a estudiantes con diversas habilidades e intereses, ofreciendo algo más que aprendizaje técnico. La paciencia, el pensamiento crítico y la resolución de problemas comenzaron a notarse no solo en el tablero, sino también en el desempeño escolar».