Entre mayo y agosto pasado, la Municipalidad de Posadas realizó el Operativo Integral de Poda en toda la ciudad, con podas de despeje en avenidas, bulevares, plazas y frentes. Las ramas y residuos fueron recolectados y trasladados al Centro Verde Municipal y al Centro de Acopio del Acceso Oeste, donde se clasificaron entre troncos y follaje. Los troncos chipeados se destinaron a la ornamentación urbana, mientras que el follaje fue procesado para compostaje, evitando así la quema de residuos y reduciendo el impacto ambiental.
Los resultados alcanzados fueron favorables. Se recolectaron alrededor de 15.500 toneladas, distribuidas en 5.200 camiones volcadores. Para ello, la Municipalidad programó y coordinó diferentes servicios municipales, informando a la comunidad sobre las fechas y áreas a intervenir, además de capacitar al personal especializado para realizar el trabajo de manera adecuada.
Cuando el operativo llegó a cada barrio o chacra, se permitió a los vecinos realizar el apeo de sus propios árboles bajo la supervisión de inspectores de arbolado, para así evitar la mutilación y el arboricidio. Los frentistas depositaron los residuos frente a sus domicilios, y personal municipal los recolectó de forma gratuita. Asimismo, en simultáneo, se fueron ejecutando los expedientes previamente tramitados. Los trabajos se extendieron por un mínimo de dos días en cada zona, según la demanda.
Además de la poda, el operativo incluyó tareas de descacharrizado, vitales para combatir el dengue. Se solicitó a los vecinos que separaran los cacharros de las ramas, y se priorizó la recolección de ambos tipos de residuos de forma ordenada, contribuyendo a la higiene urbana y a la salud pública.
Impacto ambiental y beneficios
El operativo tiene un impacto positivo en la salud del arbolado urbano. La poda en el tiempo adecuado favorece la regeneración de los árboles en primavera, lo que, además de mejorar el paisaje, contribuye a mitigar el cambio climático al absorber dióxido de carbono y generar oxígeno. También ayuda a disminuir las temperaturas en zonas urbanas y promueve la biodiversidad, creando un hábitat propicio para aves.
En términos de seguridad, las podas preventivas reducen el riesgo de caídas de ramas secas o árboles en mal estado durante tormentas, evitando accidentes y daños materiales.
Desafíos y continuidad del servicio
Uno de los principales desafíos que enfrentó el operativo fue la necesidad de concientizar a los vecinos sobre la poda en los tiempos adecuados. Culturalmente, muchos frentistas tienden a podar en cualquier época, lo que puede afectar la salud de los árboles y la organización del servicio. Para abordar esta problemática, el municipio implementó boletas de inspección y actas de infracción, incentivando la responsabilidad y la planificación.
Si bien la tarea cubrió todas las áreas planificadas, quedaron expedientes pendientes, los cuales están bajo revisión e inspección para su posterior ejecución. Se priorizaron las podas de formación y bajada de altura que deben realizarse durante otoño e invierno, mientras que las podas al ras, que pueden llevarse a cabo en cualquier época del año, están programadas para primavera-verano.