La Reserva de Vida Silvestre Urugua-í, administrada por la Fundación en Misiones, cerca del Parque Nacional Iguazú, ahora cuenta con energía renovable. La organización ambientalista ha implementado sistemas de paneles solares, en línea con sus principios fundamentales de cuidado del medio ambiente.
Desde la Fundación Vida Silvestre, informaron que, en los últimos doce meses, se instalaron doce paneles solares que abastecen toda la infraestructura utilizada por los agentes de conservación y los investigadores del área protegida. Anteriormente, la única fuente de energía provenía de un grupo electrógeno.
Con la implementación de los paneles solares, se reducen las emisiones de carbono, reafirmando el compromiso con un futuro más limpio y sostenible. Este avance se suma a la solarización reciente de la oficina central en Buenos Aires.
«Estamos convencidos de que las instituciones y organizaciones también debemos ser parte del cambio», remarcaron.
La Reserva de Vida Silvestre Urugua-í, creada en 1997, conserva 3.243 hectáreas de selva misionera, protegiendo la flora y fauna que allí habita y resguardando el curso medio del Arroyo Urugua-í. Su objetivo es contribuir a la conservación de un paisaje vital para poblaciones de animales amenazados, como el yaguareté, el tapir y la yacutinga, junto con otras áreas protegidas provinciales y privadas.
Además, protege un tramo clave del arroyo, que es fundamental para las comunidades locales, ya que provee agua para la población, los cultivos, la recreación y la generación de energía.
Este espacio también permite la generación de conocimientos y la capacitación de personas en el estudio y conservación de la Selva Misionera. La compra y creación de la reserva se realizó en conjunto con la empresa Arauco Argentina S.A., y actualmente es gestionada por la Fundación Vida Silvestre Argentina.