En el marco de Volar 2025, el 1° Encuentro Internacional de Observación de Aves que se celebra hasta el hoy en Puerto Iguazú, y que destacala riqueza natural y la conservación de la selva misionera, ha ofrecido a los participantes un sinnumero de posibilidades de tener un contacto directo.
La ruta nacional 101 se transformó en escenario privilegiado para una salida de campo que reunió a familias, guías y ornitólogos. La actividad, organizada por el Ministerio de Turismo de Misiones y Aves Argentinas, incluyó transporte, guías y asistencia para los participantes, quienes vivieron de cerca los primeros vuelos del día en plena biodiversidad del bosque atlántico.
Desde el amanecer, los visitantes recorrieron senderos acompañados por guías locales e investigadores. Con binoculares en mano, señalaron especies como el surucuá aurora, el loro vinoso y otros cantores endémicos que colorearon el inicio del día. Una de las guías señaló que “la ruta 101 ofrece un marco excepcional para avistar. No solo ves aves, sino que las escuchás interactuar, revoloteando entre la espesura”.
El ornitólogo de Aves Argentinas, Damián Lozano, detalló que hubo “bastante actividad de aves” y que pudieron ver un jote real y un carpintero grande, además de tucanes que se posaron muy cerca. Contó que la cercanía con esas aves emocionó a muchos: “Hubo gente que nunca había visto tucanes tan cerca y lloraban de la emoción”.
Infancias protagonistas del encuentro
Uno de los ejes de Volar 2025 es acercar el mundo de las aves a los más chicos. El naturalista misionero Javier Wioneczak explicó que se trata de “un espacio creado para niños y niñas que quieran adentrarse en este mundo de la observación de aves”. Recordó que durante una salida vieron un urutaú, lo que generó mucha expectativa: “Los chicos llevaban sus libretas y fueron anotando todo lo que veíamos y escuchábamos; estaban muy compenetrados con los binoculares”.
Para las familias, la propuesta se convirtió en un plan compartido. Fernando Molina, de Eldorado, destacó que sus hijos estaban muy interesados y que los guías “fueron muy didácticos”. “Nos prestaron binoculares, nos divertimos y aprendimos mucho”, valoró.