07 de agosto de 2025

El CONICET explora el Mar Argentino: el misionero Emiliano Ocampo investiga ecosistemas a 4.000 metros de profundidad

Participa de una misión internacional que registra biodiversidad marina en tiempo real con tecnología robótica.

Más de 50.000 personas siguieron en vivo este fin de semana las imágenes captadas a 3.900 metros de profundidad en el Mar Argentino, gracias a la transmisión impulsada por el CONICET en colaboración con el Schmidt Ocean Institute. La misión, que comenzó el 12 de julio y se extenderá hasta el 12 de agosto, se desarrolla a bordo de un buque oceanográfico con tecnología de última generación y reúne a más de 30 especialistas de diversas nacionalidades.


El equipo explora el Cañón Submarino de Mar del Plata, una región poco conocida del talud continental argentino que concentra una biodiversidad excepcional, favorecida por la convergencia de corrientes oceánicas. El objetivo central es avanzar en el conocimiento científico de ecosistemas profundos, con relevancia para la conservación y el análisis de escenarios de cambio climático.


Uno de los investigadores destacados es Emiliano Ocampo, genetista egresado de la Universidad Nacional de Misiones, quien participa de la expedición y aporta una mirada federal al proyecto. “Estamos haciendo hallazgos importantes, identificando nuevas especies y profundizando en el estudio de las interacciones biológicas”, explicó desde el barco.


La misión emplea un robot submarino operado de forma remota, capaz de registrar imágenes en alta definición, recolectar muestras biológicas y captar sonidos de especies marinas. La transmisión en tiempo real sorprendió incluso a los propios científicos por su alcance y repercusión pública.


Aunque la experiencia ya tuvo antecedentes en 2012 y 2013, esta nueva campaña permitió acceder a datos más precisos y registrar con mayor detalle la estructura del ecosistema. “Vemos con claridad las especies, sus interacciones y cómo se organizan los ambientes”, indicó Ocampo. Según el investigador, esta riqueza permite entender la distribución de la diversidad biológica y su respuesta ante fenómenos globales.


La expedición refuerza el valor estratégico del conocimiento científico nacional, y pone en evidencia la capacidad instalada para desarrollar investigaciones complejas desde una perspectiva federal, territorial y colaborativa.