18 de octubre de 2024

Con pelo de vaca desarrollan baterías sustentables para autos eléctricos

El descubrimiento fue enviado a patentar y se publicará en una prestigiosa revista científica.

investigación universidad córdoba

Una investigación de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) descubrió que por medio de la recuperación de pelo de vaca, antes considerado residuo, se pueden desarrollar baterías de litio-azufre de próxima generación.

El descubrimiento de los investigadores de la UNC contó con el apoyo de YPF-Tecnologías (Y-TEC), una empresa de YPF, y el Conicet, que ya presentó la patente del proyecto en Estados Unidos. El objetivo de este trabajo que tiene más de 3 años en estudio es crear baterías que sean útiles a los autos eléctricos que empiezan a producirse y reutilizando elementos que hoy son residuo aportando a la sustentabilidad.

Cómo funcionan las baterías

Las baterías actuales tienen un ánodo de grafito y un cátodo de cobalto y níquel, elementos escasos, caros y contaminantes. Los investigadores de la universidad cordobesa pensaron en utilizar el azufre como cátodo para mejorar las baterías además de ser un elemento más abundante y menos contaminante y costoso.

Sin embargo, este azufre necesita un “esqueleto” en donde adherirse para formar el cátodo y allí entran en escena los biocarbones, carbones obtenidos a partir de la “cocción” de residuos orgánicos como son los pelos de vaca.

¿Por qué pensaron en los pelos de vaca?

El pelo vacuno es el principal residuo de las curtiembres y de cada tonelada de piel de vaca húmeda se generan 85 kilos de pelo residual. Este residuo tradicional, la industria vacuna es de las más grandes en Argentina, fue visto con otros ojos por Victoria Bracamonte, Guillermina Luque y Andrea Calderón quienes junto con el equipo de investigadores del Laboratorio de Energías Sustentables (LaES) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) pensaron que el pelo de vaca podía ser una materia prima prometedora.

«Los siguientes pasos son escalar la producción y conectar las industrias de la curtiembre y de las baterías para generar un proceso circular. Esto es a largo plazo», asegura Bracamonte. De la investigación también participaron Fernando Cometto, Sofía Raviolo y Melina Cozzarín.

“Se viene colaborando con Y-TEC en el desarrollo de biocarbones desde 2017. Comenzamos con fécula de mandioca y luego fuimos complejizando con estudios en cáscara de maní, de arroz y otros”, explica Daniel Barraco, investigador de Conicet, integrante del LaES y secretario de Ciencia y Tecnología de la UNC.

Fuente: Página12

Foto: UNC

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