La Fundación Grupo Espacio Positivo (GEP) advirtió que la propuesta de Presupuesto 2026 presentada por el Gobierno nacional podría tener un fuerte impacto en la respuesta sanitaria frente al VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS). El informe señala un desfinanciamiento del Programa 22, responsable de la provisión de antirretrovirales, insumos de diagnóstico y estrategias de prevención para VIH, hepatitis virales, tuberculosis e ITS.
Según el análisis, la participación de este programa en el presupuesto total de Salud caería más de dos puntos porcentuales: pasaría del 4,8% registrado en 2023 al 2% proyectado para 2026.
Caída en la asignación
El documento de GEP detalla que en 2024 se destinaron 42.451 millones de pesos (unos 70,7 millones de dólares), mientras que para 2026 la proyección es de 62.087 millones de pesos (43,6 millones de dólares). Sin embargo, al considerar la inflación y el atraso de presupuestos anteriores, la reducción en dólares —moneda en la que se adquieren los insumos de diagnóstico y tratamiento— sería del 38,31%.
Metas y recortes
La organización también comparó las metas oficiales con la situación epidemiológica actual. Entre los puntos más preocupantes, se destaca que:
- Se planifica atender a 7.670 personas menos con VIH respecto de las que ya reciben tratamiento en el sistema público (71.500).
- Se recortan 23 millones de preservativos, pasando de los 38,4 millones previstos en 2024 a 15,5 millones en 2026, en un contexto de aumento exponencial de sífilis y otras ITS.
- No están contemplados gastos para la producción de materiales educativos ni para la compra de métodos de profilaxis pre y post exposición (PrEP y PEP), claves en la estrategia de prevención comunitaria.
Escenario nacional
De acuerdo con el último Boletín de Respuesta al VIH y las ITS del Ministerio de Salud, en Argentina viven más de 140 mil personas con VIH, aunque solo el 87% conoce su diagnóstico. El 45% de los diagnósticos se realiza en etapas avanzadas y 7 de cada 10 personas acceden a tratamiento con antirretrovirales provistos por el sistema público.
Las campañas de prevención siguen siendo fundamentales: permiten informar sobre el virus y los métodos de cuidado, además de promover diagnósticos más tempranos y con posibilidad de tratamiento.
