El Gobierno evalúa postergar la quita de subsidios a las tarifas de luz y gas hasta al menos mediados de año. Así lo confirmaron fuentes de la secretaría de Energía que explicaron que es una alternativa que barajan por estas horas los equipos técnicos, que definen cómo funcionará el esquema de asistencia.
A fines de febrero, el Gobierno había presentado sus ideas para modificar el esquema de subsidios a las tarifas de luz y gas. La propuesta oficial se debatió en audiencia pública y apuntó a establecer una Canasta Básica Energética (CBE), que equivale a un parámetro de consumos mínimos necesarios para la subsistencia según el tipo de hogar, región, meses y tipo de suministro.
Ese consumo mínimo será lo que el Estado subsidiará a los usuarios residenciales. Se esperaba que este cambio se aplique a partir de mayo, cuando también estaba previsto que los aumentos de tarifas se ajusten por inflación, aunque finalmente se debate la posibilidad de extender esto al menos hasta junio.
En los últimos documentos que subió la Secretaría de Energía a la web de la audiencia pública se establece el proceso de aplicación de “un nuevo esquema de subsidios, que incluya criterios de inclusión/exclusión y la aplicación de una CBE”. El objetivo es determinar cuánto aportaría el Estado en asistencia directa y el universo de potenciales beneficiarios.
Para el Gobierno, llevar adelante la quita de subsidios era fundamental para cumplir con uno de los compromisos que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su plan para alcanzar el superávit fiscal.