Un colega de muchos años, conocido por ser “cuidadoso” con su dinero, en la media mañana de la redacción invitaba a comer una “chipa a medias” y eso que en esos tiempos no pasaba de un peso la unidad.
Hoy, la invitación del colega seguramente tendría sus imitadores, ya no por ser cuidadoso, es que los 250 o 300 pesos y con tendencia alcista, la “cosa no está fácil”. Un industrial fabricante de almidón, ingrediente clave para su elaboración, fue muy gráfico al afirmar que a la “chipa, le paso un camión por encima”.
Una serie de factores hacen que sea más barata la tradicional “rosca que la chipa”. A saber, la sequía hizo lo suyo, hay poca mandioca, y la poca que hay, parecen “zanahorias” por su tamaño. Importar, algo se importa de Paraguay, pero no alcanza para la demanda local.
Así las cosas y más en estos tiempos de Pascuas, la demanda aumenta, la oferta no alcanza, el resultado previsible, el valor del almidón también sube. Huevo y queso, otros de los ingredientes también sufrieron aumentos importantes.
En consecuencia, la chipa será casi “suntuaria” en estas Pascuas, la que seguro se regocija con esta historia, aunque no tanto, será la torta frita, que sin dudas está en condiciones de reemplazar a la tan deseada “chipa” en sus más diversas opciones.
