A partir del 1 de diciembre de 2025, todos los animales de las especies ganaderas alcanzadas por la nueva normativa deberán portar un dispositivo electrónico individual que garantice su trazabilidad. El identificador estará compuesto por una tarjeta visual y un componente de radiofrecuencia (RFID), que podrá presentarse como botón, bolo o microchip inyectable. Desde esa fecha, quedará prohibida la comercialización de caravanas exclusivamente visuales.
La medida, impulsada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), busca reforzar el control sanitario y modernizar la gestión ganadera nacional. Según el organismo, el nuevo sistema permitirá lecturas más rápidas y precisas de la información de cada animal, además de facilitar el acceso a mercados internacionales que exigen altos estándares de trazabilidad.
El Senasa será responsable de fiscalizar la implementación y aplicar sanciones conforme a la Ley 27.233 de Sanidad Animal. Los productores deberán registrar la colocación de los dispositivos en el Sistema Integrado de Gestión de Sanidad Animal (SIGSA), mediante declaración electrónica o a través de la aplicación “Sigbiotraza”.
La resolución oficial establece los procedimientos técnicos, incluyendo el punto de colocación —en la oreja o el rumen— y las pautas para la reidentificación o baja en caso de muerte o traslado del animal. Esta iniciativa se alinea con los estándares de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y posiciona a la Argentina como un país competitivo en el comercio internacional de carne y subproductos ganaderos.




