Tiempos complejos para el sector yerbatero argentino, la indefinición por la competencia del INYM, la desregulación de los precios, la caída en las ventas y la importación indiscriminada son algunos de los ingredientes.
Según admiten productores e industriales, el precio de la hoja verde se ubica esta semana en torno a los 315 pesos, lejos de los 370 pesos que se pagaba al inicio de la cosecha. Además los pagos se extendieron. En algunos casos, pasan los 120 días.
Por otro lado, desde la industria, aseguran una caída importante de las ventas en góndola, lo que obligó a hacer bonificaciones que en algunos casos superan el 20%.
Un dato que agrega un industrial es la falta de controles, que posibilita la comercialización informal, en toda la cadena productiva.
Sobre la importación, a lo que algunos denominan “indiscriminada”, datos estadísticas estarían confirmando que son comparables con otros años y que no sería la “madre de los problemas”, más bien un combo de situaciones que estaría provocando una nueva severa crisis en el sector. La situación podría agravarse, la presencia de una buena cosecha está a la vista, mucha hoja verde para una industria desfinanciada y con serios inconvenientes en la comercialización.