A pesar de que habitualmente se extiende hasta mayo, los productores de té decidieron que la cosecha finalizará en marzo, contando con una sobreproducción anual que ronda entre el 30% y 40%. La caída en la compra del té dificulta poder ubicar la producción, que se exporta en un 95% y el restante 5% es el que se consume en el mercado nacional.
Desde Estados Unidos decidieron reducir la compra en un 30%, con un precio de hasta 10% menos, lo que fue un impacto negativo para los pequeños y grandes productores, al no poder colocar la cosecha. Según los productores, unos 80 millones de kilos de té se obtienen en una zafra anual en la región, con Misiones contando con las zonas como Oberá y Campo Viera, la Capital Nacional del Té.
Por motivo de ya contar con suficiente stock, algunos productores tomaron la determinación de no cosechar más, aunque algunos cuestionen esto por el alto costo que implica realizar la cosecha. Según explicó Enrique Urrutia, integrante de la Cámara de Elaboradores de Té Argentino (Ceta), está difícil encontrar nuevos mercados, debido a la alta competencia, por lo que prefieren mantener el exigente mercado estadounidense.