Un estudio reciente publicado en la revista Agroforestry Systems revela que los sistemas agroforestales (SAF) permiten sostener la productividad y calidad de la yerba mate en condiciones climáticas extremas, aportando sombra, estabilidad térmica y resiliencia ecológica. La investigación fue desarrollada por especialistas del Conicet en plantaciones maduras de Santo Pipó, en el marco de un ensayo experimental junto al INTA.
La evaluación comparó un SAF con cedro australiano (Toona ciliata) frente al monocultivo tradicional, y demostró que el sistema mixto reduce las temperaturas extremas y las fluctuaciones térmicas diarias, sin afectar la calidad del producto final. Aunque las plantas del monocultivo presentaron mayor capacidad fotosintética, las de SAF mostraron adaptaciones morfológicas que optimizan su rendimiento bajo sombra.
Además, se midió el impacto del insecto Gyropsylla spegazziniana (rulo), uno de los principales factores de estrés en la producción. El daño fue comparable entre sistemas, lo que sugiere que los SAF logran compensaciones fisiológicas ante la herbivoría.
La investigación, liderada por Débora di Francescantonio (Conicet-UNaM), contó con participación de equipos del Instituto de Biología Subtropical y otras instituciones científicas del país. Según destacaron, estos resultados se suman a estudios previos que confirman una mayor capacidad de transporte de agua y de resistencia a la sequía en plantas de SAF.
La línea de investigación sigue en expansión, con nuevos ensayos en zonas del norte misionero como Montecarlo y Andresito, para evaluar el comportamiento de los sistemas agroforestales en distintas matrices productivas.