La marcha Federal por el Orgullo Antifascista convocó a miles de argentinos en todo el país. Sumado a eso, las principales capitales del mundo congregaron frente a embajadas argentinas o lugares icónicos a miles de argentinos y locales que se manifestaron en contra de los dichos cargados de odio del presidente Javier Milei.
Muchos agrupados y otros miles auto convocados en un intento de poner límite al discurso de segregación e intolerancia que dejó asentado Milei en el foro de Davos con su discurso oficial. Allí, frente a los líderes mundiales el autoproclamado libertario impugnó la libertad de las personas del mundo de simplemente ser.
Con una agenda «anti woke» importada de Estados Unidos en su discurso equiparó la homosexualidad con la pedofilia y negó la importancia de la figura legal de los crímenes de odio expresado en los femicidios. En la misma línea de gravedad, su ministro de Justicia prometió intentar eliminar la figura.
La convocatoria, transversal a la sociedad argentina, mostró la importancia que tiene aún para un gran sector de la sociedad nacional establecer un límite al discurso que promueve el odio y más aún si lo brinda el primer mandatario del país.