La CGT se reunió con representantes de la Casa Rosada por primera vez desde el inicio del mandato de Javier Milei. Antes había publicado un documento extenso donde se posicionaba sobre los puntos a tratar como la pérdida de poder adquisitivo, los despidos y la reforma laboral que también está incluida en la nueva versión de la Ley Ómnibus que en su previo tratamiento, la CGT había conseguido frenar con la justicia.
El documento llamado «Agenda para un nuevo contrato social» se mostró abierto a discutir cambios acotados a la legislación para tener un régimen laboral moderno», que no «lesione los derechos conquistados por los trabajadores argentinos».
De la reunión de dos horas y media de duración participaron el ministro de Interior, Guillermo Francos, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; mientras que la central obrera sentó a la mesa a dos de sus triunviros Héctor Daer y Carlos Acuña; y el secretario general del Camioneros, Hugo Moyano; tomó el lugar de su hijo Pablo, en enfrentamiento abierto con el Gobierno. Además, la cúpula de la CGT la completaron el titular de UPCN, Andrés Rodríguez, y el secretario general del sindicato de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri.
Luego de la reunión en Balcarce 50, el ministro del Interior, Guillermo Francos expresó “junto al jefe de gabinete y el secretario de Trabajo mantuvimos un encuentro con los secretarios generales de la CGT y dirigentes de múltiples entidades gremiales. En línea con las reuniones mantenidas con legisladores, gobernadores y dirigentes, seguimos dialogando con todos los sectores y trabajando para la construcción de consensos que nos permitan llevar adelante las reformas que necesita la Argentina”.
