Los indicadores relativos al consumo de carne en Argentina mostraron una caída del 8,2% entre enero y febrero de este año. Esta disminución es sólo comparable a la experimentada en inicios de 2011, es decir 13 años atrás.
Los datos surgen del último informe mensual de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes de la Argentina (Ciccra) y ponen en evidencia que el incremento de la inflación más el desplome en la capacidad de compra de los salarios, puso a los argentinos a ajustarse y a reemplazar la carne con cortes más económicos o bien, volcarse a hidratos, legumbres y verduras.
La caída se hace tangible cuando el reporte informa que el consumo de carne en el mes de febrero se ubicó en los 44,6 kilos anuales por persona, el menor consumo desde febrero de 2011.
En el primer bimestre del año la industria frigorífica vacuna produjo 504.000 toneladas de res con hueso, lo que representó una disminución de 3,8% con relación al primer bimestre de 2023.
En febrero, el precio promedio de la hacienda comercializada en el Mercado de Cañuelas alcanzó los $1440,7 por kilo vivo, un alza del 10,2% frente a enero.