El Gobierno fue el encargado de enviar al Congreso el proyecto de reforma del impuesto a las Ganancias, que tiene como objetivo reimponer la cuarta categoría, y así volver a tributar cerca de 800.000 trabajadores formales.
El texto fue denominado Impuesto a los Ingresos Personales y busca modificar la recaudación que establece el Impuesto a las Ganancias. En la actualiad, la mayoría de los trabajadores privados, jubilados y pensionados están exentos del pago de ganancias, por lo que los únicos salarios que están alcanzados por la retención serán los que representen 15 salarios mínimos, vitales y móviles (SMVM).
Con las modificaciones del proyecto, los trabajadores que perciban salarios brutos de $1.250.000 (solteros sin hijos) y $1.590.062 (casados con hijos) pasarán a pagar Ganancias. Además, el Gobierno propone la actualización trimestral del mínimo no imponible, en relación a los valores de la inflación del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Otro de los puntos que resalta el proyecto es facultar al Poder Ejecutivo, y así poder incrementar «durante el período fiscal 2024, los importes previstos» de los ingresos exentos, percibido como salario anual, bono, fallo de caja, entre otros. El salario de los trabajadores en relación de dependencia que perciban hasta un monto equivalente al 40% de la ganancia no imponible establecida, estará exento de pago.
A su vez, no deberá abonar el «sueldo anual complementario con efecto exclusivo para los sujetos cuya remuneración y/o haber bruto no supere la suma equivalente a $1.250.000 mensuales».
El ministro de Economía, Luis Caputo, había indicado en diciembre que la intención del Gobierno era la de enviar un nuevo proyecto, y de acuerdo con el esquema de recortes del gasto, el objetivo de la administración de Javier Milei es revertir 0,4% del déficit a partir de la reforma de Ganancias.
