18 de octubre de 2024

Cáncer de piel: la primera vacuna del mundo es argentina

Es la primera vacuna contra el melanoma cutáneo del mundo. Se logró con más de 30 años de trabajo de científicos argentinos.

vacuna melanoma

Argentina desarrolló una vacuna para tratar el melanoma, el cáncer de piel más peligroso y letal, y estará disponible a partir de marzo. El logro científico es obra de un equipo del Instituto Leloir-Conicet respaldado por la Fundación Sales y ya fue aprobada por la Anmat.

La función de la inmunización es terapéutica, es decir, para personas que ya padecen la enfermedad y se aplica en 13 dosis. Detrás de la vacuna hay más de tres décadas de trabajo del equipo de científicos argentinos.

“Es la primera vacuna aprobada contra el melanoma cutáneo en el mundo”, afirma José Mordoh, jefe del equipo, investigador del Conicet, y jefe del Laboratorio de Cancerología de la Fundación Instituto Leloir. Mordoh es además subdirector de la carrera de Oncología de la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA.

Mordoh participó de la fundación del Instituto Alexander Fleming y la Fundación Cáncer (FUCA). El destacado investigador fue discípulo del premio Nobel Luis F. Leloir, y dirige desde hace más de 35 años al equipo científico que ahora logró la vacuna contra el melanoma. La Fundación Sales sostiene esta investigación desde 1987, que se realiza en la Fundación Instituto Leloir y en el Instituto Alexander Fleming.

¿Cómo funciona la vacuna contra el cáncer de piel?

La vacuna, primera en su tipo, “impedirá la reaparición del melanoma en personas que lo han sufrido o se encuentran en su estadio temprano”, dice Mordoh. En las primeras experiencias clínicas sobre pacientes la vacuna mostró índices de supervivencia a 8 años del 70%. La vacuna no tiene efectos adversos “promueve nuestra propia inmunología y enfrenta la enfermedad naturalmente”.

 “Las vacunas terapéuticas apuntan a que la persona desarrolle sus propias defensas, educando al sistema inmune para que reconozca la diferencia entre las células normales y las cancerígenas”, explica Mordoh.