Crece la incertidumbre en el sector de la obra pública, ya que con el comienzo de un nuevo gobierno, se remarcaron las complicaciones de la importación de insumos y por las ventas en el mercado interno de la industria forestal.
Según indicó el presidente de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), Román Queiroz, la producción maderera se destina en un 60% a la obra pública, generando más de 60 mil puestos de trabajo directo.
Los distintos sectores de la economía están preocupados por las complicaciones para la importación de insumos y la caída tanto de las exportaciones como de las ventas en el mercado interno, luego del repunte que tuvo la actividad en los últimos años.

«Hay muchas pymes en el sector, tanto maderero como mueblero», indicó Queiroz sobre la presencia de las pequeñas y medianas empresas, estimando un 95% del total. Cerca de 60 mil puestos de trabajo directo salen de las 2.500 empresas nucleadas en las cámaras que la integran, según datos de Faima.
Luego del repunte de la producción y exportación en la pospandemia, a mediados del 2022 comenzó a bajar, con la aparición de «problemas para contar con los dólares para importar insumos, que generaron una situación crítica en las empresas que los necesitaban para producir», señaló.

A su vez, Queiroz destacó que la actualidad del sector es compleja, ya que no se puede producir lo necesario y esto se suma a no tener el mercado interno activo, marcando niveles de exportación un 50% por debajo del 2022.
Los destinos con mayor exportación son Estados Unidos, los países de América Central y de Asia, mientras que Brasil y Uruguay cuentan con sus propias industrias, por lo que en el plano sudamericano, Argentina es superada por países con mayor producción foresto industrial.