El Gobierno reprogramó este jueves el pago de $ 4,3 billones de deuda en pesos hasta el 2025. El ministerio de Economía liderado por Sergio Massa consiguió extender el plazo de los compromisos a los años 2024 y 2025.
La adhesión, 64%, similar al nivel de enero pasado, incluyó una batería de beneficios a los bancos, incluyendo un mayor margen para distribuir más dividendos. El principal objetivo era «desactivar la bomba» de los $ 7,7 billones que vencían en el segundo trimestre.
El canje de deuda liderado por Sergio Massa contempló dos canastas con vencimiento en 2024 y 2025, destinadas a ofrecer cobertura sobre dos temores del mercado: contra la inflación y una devaluación.
De acuerdo a las proyecciones que indican que la inflación será elevada en febrero y marzo, con un piso del 6%, una de las opciones incluyó solo títulos ajustados por inflación (CER) y la otra un mix de 70% ajustados por CER y 30% de bonos duales, que ajustan por inflación o dólar.
Entre los bancos, los participantes más relevantes fueron el Nación, el Banco Provincia, el Galicia, Santander, Credicoop, Banco Ciudad y el ICBC.