Si bien, la serie parece definida, con los cinco goles que le propinó Mitre a River de Villa Bonita, la cuestión de la seguridad del espectáculo es una preocupación. El domingo 17 coincide con la última jornada de la Fiesta del Inmigrante, que requiere de un gran esfuerzo de la Policía provincial.
Es por ello que los dirigentes, analizan la situación y no descartan pasar la revancha para el domingo 24, e incluso poder jugar en el predio de Villa Bonita, atento a que ese día, el esquema de seguridad, podría ser acorde a las necesidades y ya sin la fiesta del Inmigrante de por medio.
En caso de jugarse este domingo, tal lo establecido, el cotejo se jugaría en Oberá, opción que despertó decepción en la parcialidad “millonaria” de Villa Bonita, por cuanto, más allá del resultado en Posadas, deseaba ver a su “equipo finalista” en su propia casa, en su propia cancha.
De postergarse y lograr un esquema de seguridad acorde a una final de estas características, ojalá Villa Bonita tenga su “fiesta” en su propio terreno de juego. Será de estricta justicia. Jugadores, dirigente y su parcialidad lo merecen