Mitre se enfrentó de local a Capri y venció por 62 a 37, por el primer juego de la instancia final del torneo femenino de la Federación Misionera de Básquet. Así, este domingo la cancha de las auriazules colmó su capacidad; tribunas, buffet y cualquier recoveco tenía gente – de una hinchada y otra – ansioso por ver a su equipo jugar.
A diferencia de las instancias iniciales, el público posadeño y el periodismo acompañó en multitudes y la cancha fue un hervidero. Aplausos, ovaciones, silbidos, reclamos, caras largas y otras todo lo contrario, así se vivió la primera final del femenino provincial de básquet que esta vez fue 100% posadeño.
La primera mitad del partido mostró lo que cada plantel tiene acostumbrado: agudeza en la línea de 3 para Mitre y velocidad de las de Capri. Peleado, con el pelota a pelota justo, los robos en el área a la orden del día hicieron que los primeros dos cuartos finalicen ahí, a nada, a una diferencia de un punto: Mitre 26 y Capri 25.
Para la segunda mitad, el partido cambió. Algunas jugadas que demostraron el poderío de Mitre en los minutos iniciales del tercer cuarto, sumado a su localía y una numerosa hinchada presente, empezaron a hacer cambiar las caras en la banca visitante.
Con nerviosismo pero intentando, Capri se apoyó en sus jugadoras más ágiles y aguerridas, para buscar llegar al aro contrario en la menor cantidad de tiempo. En mayor grado lo conseguía pero a esa celeridad se le sumaba el apuro por convertir que se convirtió en su mayor enemigo: las «azurras» tiraban sin lograr sumar puntos.
Con ese escenario Mitre hizo lo que sabe; aprovechó los rebotes de los tiros fallidos de la visita y se los llevó, poco a poco como agua a su molino y cerró el tercer cuarto estirando la diferencia y dejando en claro que quería festejar en su casa. 31 a 40 marcó el tablero antes de avanzar al último cuarto.
Ya para el cuarto los «casi puntos» de las de Capri eran una tendencia concreta. Intentos y fallas impulsados por el apuro y por una marca intensa de Mitre. La visita osciló entre el entusiasmo de querer recuperarse y las ganas de pensar en el juego 2.
Sin dudas Mitre siguió el último tramo ya con la frescura de saberse con ventaja, disfrutando en su cancha y dándole el primer triunfo de la serie final a su hinchada.