El escenario comercial de cierre de año en la capital misionera refleja una tendencia negativa que atraviesa todos los rubros, con incidencia crítica en el sector cárnico. Según datos de la CCIP, la venta de carne en diciembre cayó un 10% respecto al mismo período de 2024.
Federico Panozzo, vicepresidente de la entidad, señaló que la contracción es generalizada, aunque el rubro de carnes presenta particularidades ligadas a la necesidad de rotación de mercadería. “La venta va a terminar en un 10% menos versus el mismo período del año anterior”, afirmó.
Para enfrentar la baja demanda, los comercios aplicaron reducciones de precios, incluso con márgenes negativos, buscando flujo de caja. Esta estrategia derivó en crisis preventivas y atrasos en pagos a proveedores, reflejando la fragilidad financiera del sector.
De cara a las fiestas, Panozzo recordó que la demanda de Año Nuevo suele ser inferior a la de Navidad, por lo que se prevé un incremento en la oferta de productos y promociones para sostener ingresos antes del cierre de balance mensual.
La caída en mostradores locales no responde a una crisis ganadera, sino a un cambio de paradigma en la comercialización nacional. Gabriel Vidal Rodríguez, asesor de la Cooperativa Virgen de Fátima, explicó que el sector vacuno cierra el año con expectativas en mercados externos, lo que presiona los precios internos.
“Tenemos dos realidades opuestas: no podemos decir que al campo le fue mal, sino todo lo contrario”, analizó. La apertura comercial y la retención de vientres para exportación impulsaron movimientos de precios que superaron cualquier pronóstico.
Ante este panorama, se proyecta una sustitución del consumo de proteína vacuna por carnes alternativas. El cerdo y el pollo ganaron terreno por sus costos más accesibles, mientras que la apertura de importaciones desde Brasil actúa como techo para sus precios, aunque no sucede lo mismo con la carne vacuna.
La situación provincial se agrava por factores geográficos y estructurales. Rodríguez advirtió que la falta de medidas de protección y la presión impositiva se suman a la condición fronteriza de Misiones, donde el contrabando y el comercio ilegal distorsionan las estadísticas oficiales de consumo.
En los mostradores locales, la disparidad de precios es amplia: los cortes de asado oscilan entre $8.000 y $28.000, reflejando la dificultad creciente del consumidor para acceder a la carne vacuna.




