Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IAAF) volvió a poner en evidencia las fuertes desigualdades en la distribución de los recursos federales y su impacto directo en provincias como Misiones. El estudio analiza la capacidad de gasto por habitante a partir de las transferencias automáticas que la Nación envía a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y expone brechas profundas entre los distintos distritos.
A partir de esos datos, la periodista Vanina Naumtchuk explicó en Canal Doce que Misiones concentra el 2,8% de la población nacional, pero aporta más del 4% de los contribuyentes, y recibe apenas el 1,6% de los fondos coparticipables, una ecuación que deja a la provincia en clara desventaja. “Misiones recibe incluso mucho menos que Chaco, siendo que tiene más habitantes y aporta más”, afirmó.
Naumtchuk señaló que esta desigualdad no aparece de manera aislada, sino que integra un mapa más amplio de disparidades territoriales. Provincias con menos recursos enfrentan mayores dificultades para garantizar servicios públicos y generar igualdad de oportunidades para sus habitantes, lo que condiciona su desarrollo a largo plazo. En ese análisis, puso el foco en las brechas de ingreso por habitante que existen en el país: “Argentina es uno de los países que tiene la peor distribución de los recursos y oportunidades de toda la región”.
La periodista subrayó que la desigualdad se refleja también en los salarios y en el ingreso per cápita. “El sueldo de una persona que vive y trabaja en Capital Federal es mucho más elevado que el de quien vive en Misiones, Chaco o Corrientes”, explicó, y remarcó que esas diferencias impactan directamente en la calidad de vida.
Además, detalló una característica estructural del Estado argentino que profundiza el problema. Indicó que el país es el más descentralizado del mundo en términos de gasto, debido a que provincias y municipios afrontan el 44% del gasto público, pero solo recaudan para sí el 17% de los recursos, una brecha que se cubre con la coparticipación. En ese contexto, afirmó que las provincias deben sostener un esfuerzo adicional para equilibrar sus cuentas. “Deben salir a equilibrar este balance”, dijo, y agregó que “si tenemos una población con menor cantidad de ingresos, el Estado tendrá un gasto mayor para responder a las demandas sociales”.
Naumtchuk advirtió que el sistema de reparto actual no corrige esas asimetrías. “El sistema de distribución de ingresos es muy dispar en el país”, afirmó, al referirse a la coparticipación como el mecanismo mediante el cual la Nación transfiere recursos que pertenecen a las provincias. En esa línea, explicó que el esquema vigente favorece a distritos con menor población y menor recaudación propia. “El sistema está organizado para que las provincias con menos habitantes y recaudación sean las que más coparticipación reciben”, sostuvo.
Por último, puso el foco en la postura específica de Misiones ante esta situación. “La provincia hace un esfuerzo enorme por sostener un gasto cuando recibe mucho menos de lo que necesita y de lo que le corresponde”, afirmó, y concluyó que “es momento de que el país central ponga en agenda los reclamos de la provincia”.




