Agitada, intensa e impredecible. Así fue la final del torneo Pre Federal de esta noche a cancha llena entre Mitre y Tokio que finalizó 65 – 60 y que coronó al auriazul como el nuevo campeón.
Casi calcado al segundo juego, el arranque de esta tercera chance mostró a Tokio determinado a cosechar lo que consideraba suyo; con juego ágil y efectividad fue sumando los puntos de cara a un Mitre que no disfrutaba de la misma racha a la hora de encestar; intentó más de 10 veces tiros de tres y no consiguió anotarlo hasta pasada la mitad del partido.
Con protagonismo de Duarte y un Mitre que mostraba huecos en defensa, la primera mitad cerró con bajo goleo y con una ventaja de la visita de 7 puntos: 25 – 32.
Al regreso, el local se mostraba en vías de rearmado y esperanzado con el triple de Pierotti que les renovó la confianza y los dejó a sólo 5. Ese fue el primer ladrillo en la reconstrucción de Mitre que necesitaba anotar de línea de 3 para rápidamente ponerse de igual a igual.
Luego, en el último cuarto, siguiendo la tónica de 3 fue Francisco Stassi quien puso a su club a 1 punto: 48- 49. Y Mitre con esta efectividad naciente y un intenso asedio a los principales anotadores de Tokio incomodaba cada llegada de Tokio a su zona pintada haciéndoles jugar contrarreloj arrinconados a tirar como sea.
Tantos, al igual que durante la noche de viernes fue quien le puso el mote de «iguales» al juego tres consiguiendo dejar a su club en 51-51. A Tokio que venía de dominar más cómodo durante buena parte del partido, se le empezaba a desdibujar la sonrisa y su protagonista clásico, Tabbia, permanecía bloqueado por intensa marca.
El pitido final se selló en 57 para ambos lados pese a que tanto Mitre como Tokio tuvieron oportunidad de cerrarlo a su favor pero las condiciones de la cancha, el apuro y algunos errores no forzados no pudieron evitar que se llegue a suplementario.
Y el clásico se definió con suplementario
Con mucha ansiedad y búsqueda de juego rápido, sumado al calor y los pisos mojados, afloraron las pelotas pérdidas y los errores. Esa cancha patinosa encendió el aviso; había que jugar rápido al principio y luego intentar de tres para no tentar al destino; podría llegar una falta o una lesión. Pierotti lo entendió rápido y anotó de tres poniendo a su equipo por encima por primera vez.
Daniel Tabbia, capitán oriental, lideró varias jugadas pro armadas que por distintos motivos – tiempo agotado de tiro o marca excesiva – no le permitieron concretar lo pensado.
Fue Quimey Acosta, el luego reconocido como mejor jugador del torneo, quien desempolvó el rol desequilibrante que mostró en el juego 1 y se anotó su tercer triple de la noche pero esta vez quizá el más importante. Puso a su equipo en los últimos segundos a 64 – 60 lo que motivó que la bancada auriazul festeje, incluso con ingresos en cancha breves pero que generaron reclamos en el lado oriental.
Se acomodó el reloj pero nada más pudo hacer Tokio frente a un Mitre que se despertó en la segunda mitad y fue muy inteligente a la hora de colocar la pelota y cerrar el partido.
