28 de noviembre de 2025

Este viernes juran los nuevos senadores, menos Lorena Villaverde

La rionegrina quedó impugnada por el kirchnerismo, que la acusa de vínculos con el narcotráfico.

El Senado de la Nación resolvió que Lorena Villaverde, senadora electa por la minoría rionegrina, no pueda jurar junto a los otros 23 legisladores que inician mandato el 10 de diciembre. La decisión se tomó tras un acuerdo entre los jefes de bloque y la vicepresidenta Victoria Villarruel, que enviaron su diploma nuevamente a la Comisión de Asuntos Constitucionales.

La medida sorprendió incluso dentro del oficialismo libertario, ya que hasta horas de la tarde parecía garantizado que Villaverde contaba con los votos para su incorporación. La diputada nacional había anticipado que esperaba jurar su banca tras reunirse con el bloque de La Libertad Avanza y con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.


Las acusaciones

Villaverde enfrenta cuestionamientos del kirchnerismo por supuestos vínculos con el narcotráfico. Se la señala por una causa de estupefacientes abierta en Estados Unidos en 2002 y por su relación con Claudio Ciccarelli, empresario ligado a Federico “Fred” Machado, acusado de narcotráfico y extraditado a ese país.

Desde Unión por la Patria, José Mayans advirtió: “Los vamos a obligar a votar, que dejen los dedos marcados que apoyan el ingreso del narcotráfico al Senado”. Finalmente, oficialismo y oposición acordaron postergar el debate: el caso será revisado bajo la nueva composición legislativa.


Quiénes sí jurarán

Con Villaverde fuera de la agenda, 23 senadores electos asumirán este viernes en representación de ocho provincias. Entre ellos: Patricia Bullrich y Agustín Monteverde (CABA), Nadia Márquez y Pablo Cervi (Neuquén), Martín Soria y Ana Marks (Río Negro), Juan Cruz Godoy y Silvana Schneider (Chaco), Emilia Orozco y Gonzalo Guzmán (Salta), Joaquín Benegas Lynch y Romina Almeida (Entre Ríos), Gerardo Zamora y Elia Moreno (Santiago del Estero), entre otros.


Lo que viene

El regreso del diploma a comisión implica que la definición sobre Villaverde quedará en manos de un Senado con fuerzas modificadas, donde gobernadores y bloques dialoguistas tendrán peso clave en la decisión.