El consumo en supermercados continúa en caída y la financiación con tarjeta de crédito gana terreno como herramienta para afrontar las compras básicas. Un informe reciente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) expone un panorama de contracción sostenida y mayor endeudamiento en los hogares.
Las ventas en supermercados acumulan una baja cercana al 9% en lo que va del año, mientras que los autoservicios mayoristas registran un descenso interanual del 8,4%. En julio, la brecha respecto del inicio de la gestión de Javier Milei se mantiene profunda: los mayoristas se ubican 35% por debajo de aquel nivel y los supermercados, 27% menos. Más de 32 meses después, ninguno de los dos segmentos logra recomponer el volumen de ventas.
La UBA estima que, desde diciembre de 2023, los autoservicios mayoristas arrastran una caída acumulada del 21%, mientras que los supermercados retroceden 9%, lo que confirma —según la universidad— la baja probabilidad de recuperación de la demanda y una profundización de la retracción del consumo, especialmente entre revendedores.
Más crédito, menos efectivo y mayor morosidad
En paralelo, los hogares incrementan el uso del crédito para cubrir gastos mensuales. Entre el inicio del actual gobierno y mayo de 2025, la participación de las tarjetas de crédito en las compras de supermercado avanzó del 39% al 45%. Los medios de pago alternativos retroceden: la tarjeta de débito cayó del 34% al 26%, y el efectivo, del 20% al 16%. Las billeteras virtuales, en cambio, escalaron del 7% al 13% del total de operaciones.
Para los especialistas, esta dinámica revela que una porción creciente de los hogares recurre al endeudamiento para adquirir alimentos y productos básicos, mientras los ingresos quedan absorbidos por el pago de servicios y salarios que apenas superan la inflación.
El informe también registra un salto crítico en la morosidad del crédito al consumo: desde el comienzo del mandato de Milei, el índice subió 147%, al pasar del 2,5% al 6,2% en julio de 2025. El aumento exhibe que, además de depender más del crédito, las familias enfrentan mayores dificultades para cumplir con los pagos.




