21 de noviembre de 2025

Adorni inicia su gestión como jefe de Gabinete con foco en coordinación y diálogo político

Manuel Adorni encara sus primeras semanas como jefe de Gabinete con reuniones de coordinación ministerial y diálogo político con gobernadores, en busca de ordenar la gestión y avanzar en consensos para las reformas.

Con una cinta roja en la muñeca como distintivo personal, el jefe de Gabinete Manuel Adorni divide sus primeras horas de gestión en dos tareas centrales encomendadas por el presidente Javier Milei: aceitar la coordinación de los ministerios y retomar el diálogo con los gobernadores.

En el plano interno, Adorni completó esta semana sus contactos preliminares con los nueve ministros y convocó a una reunión ampliada para el miércoles 26 de noviembre, que marcará el inicio de un esquema de encuentros cada diez días, en paralelo a los que organiza el mandatario semanalmente.

El ex vocero aún diseña la estructura de la Jefatura de Gabinete y define a sus colaboradores, mientras avanza en la integración interministerial. Según su entorno, la recepción a la dinámica propuesta fue positiva y permitió detectar falta de coordinación entre carteras, con áreas más ordenadas que otras.

Seguridad, bajo Patricia Bullrich, aparece en el primer grupo; mientras que Defensa y Salud, encabezadas por Luis Petri y Mario Lugones, figuran entre las más complejas.

En el plano político, Adorni comparte la interlocución con los gobernadores junto al ministro del Interior, Diego Santilli, en representación directa del presidente y de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. El objetivo es acumular consensos para las reformas de segunda generación y avanzar en acuerdos legislativos.

Desde la mesa chica del Ejecutivo destacaron los cambios en el equipo y el rol de Adorni como sucesor de Guillermo Francos. “Las interlocuciones están más ordenadas”, sintetizó un integrante. El propio Milei elogió la coordinación del gabinete y el desempeño de Santilli en una entrevista radial.

En paralelo, Adorni apunta a monitorear las urgencias de cada ministerio para el diseño de futuros proyectos de ley, que incluirán al menos dos propuestas por cartera bajo la supervisión directa del presidente. También evalúa reemplazos en direcciones estratégicas, aunque encuentra limitaciones en la amplitud de la estructura heredada.