Se acerca el recambio del Congreso y la CGT acelera las tratativas para conformar un bloque que pueda discutirle al Gobierno su proyecto de reforma laboral. A la reunión con los diputados de extracción sindical, se le suman acercamientos con gobernadores afines y sectores empresariales, en especial pymes. No descartan medidas de fuerza y preparan una propuesta alternativa.
El Gobierno sigue sin convocar a la CGT para discutir la reforma laboral. «No vamos a discutir trascendidos», dicen a Ámbito desde la CGT, en un intento de no caer en el juego del misterio que propone el Gobierno y llegar al 10 de diciembre desgastados en un debate a ciegas. Avisan que no cederán derechos, pero también que están dispuestos a discutir toda modernización progresiva. En esa previa están y mueven sus fichas para estar preparados.
«Las organizaciones sindicales estamos dispuestas a debatir y discutir cambios«, afirmó a Ámbito Cristian Jerónimo, uno de los flamantes integrantes del actual triunvirato que conduce la CGT. «Pero esa discusión debe darse en el marco de un debate claro y de propuestas concretas y productivas que favorezcan la creación de empleo formal y con derechos, entre los distintos actores que involucran al mundo del trabajo», advirtió.
Para prepararse de cara a esa discusión, el martes Jerónimo y sus compañeros Jorge Sola y Octavio Argüello recibieron en Azopardo 802 a los diputados de extracción sindical de Fuerza Patria Sergio Palazzo (bancarios), Vanesa Siley (judiciales), Mario Paco Manrique (SMATA), Hugo Yasky (CTA) y Hugo Moyano hijo (camioneros). Fue un primer paso para delinear una estrategia legislativa que no caiga solo en el rechazo.
«Desde la CGT se planteó una postura en unidad frente a la Reforma laboral planteada por el Gobierno, con la postura proactiva y el horizonte de generar alternativas mas allá del rechazo a la supuesta iniciativa en materia laboral», expresó la central en un comunicado tras la reunión.
Por ahora, no parece que la primera reacción de la CGT sea tomar medidas de fuerza o realizar movilizaciones. En principio, se consolida una estrategia de tres patas: desmontar la idea de que sea la regulación laboral la que impide la creación de empleo, preparar una contrapropuesta y avanzar en la tratativa de nuevos aliados.
La contrapropuesta sindical
En la reunión entre la CGT y los «dipusindicales», se avanzó en una contrapropuesta que contemple una mirada actualizada del mundo del trabajo que pueda discutirle la bandera de «modernización» al Gobierno.
Si la propuesta oficial son los «salarios dinámicos», «bancos de horas» y jornadas de hasta 12 horas y, la mayor preocupación de los sindicatos, terminar con los convenios colectivos de trabajo, en realidad, para la CGT no es modernidad, sino volver al pasado. «Es querer llevar la relación entre las empresas y los trabajadores a la época del preperonismo, a la década infame«, aseguró a Yasky a este medio.
«La mirada actualizada del mundo del trabajo está orientada a contemplar el impacto de la economía de plataformas, la inteligencia artificial, la robótica y todos los avances tecnológicos vinculados al mundo del trabajo», explicó Jerónimo.
Justamente, los «dipusindicales» vienen trabajando en diferentes proyectos que están en esa línea. Por ejemplo, Vanesa Siley y Hugo Yasky, cada uno por su lado, presentaron propuestas en el Congreso sobre trabajadores de plataformas, el teletrabajo o la reducción horaria.
Los cambios tecnológicos que se vienen serán uno de los desafíos y el riesgo son los trabajadores que puedan quedar en el camino. «Hablamos del concepto de ‘transición justa’. Esto implica poner especial énfasis en la capacitación y el reentrenamiento laboral para generar empleabilidad sustentable para los trabajadores y trabajadoras actuales y futuros», explicó Jerónimo.
Fuente: Ambito




