El ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán, expresó su rechazo al Decreto 812/2025 del Poder Ejecutivo nacional, que eliminó las facultades del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) para fijar precios en la cadena productiva. A través de sus redes sociales, advirtió que “entender el mercado yerbatero significa reconocer que desregularlo perjudica a la mayoría del sector”.
En su publicación, detalló las gestiones de diálogo que viene impulsando el Gobierno provincial para revertir los efectos de la medida. “Quien no conoce cómo funciona el mercado yerbatero arriba a conclusiones equivocadas y, en definitiva, impulsa medidas desregulatorias que están perjudicando seriamente a la mayoría del sector”, señaló, en alusión a la defensa del ministro Federico Sturzenegger.
Concentración, desequilibrio y pérdida de rentabilidad
Safrán retomó las advertencias del gobernador Hugo Passalacqua sobre los riesgos de una mayor concentración en la actividad. “Únicamente un mercado equilibrado garantiza que todos los actores involucrados en el proceso productivo de la yerba mate puedan vivir de su trabajo”, afirmó.
“Desregular el mercado yerbatero, sin un Estado que busque un equilibrio entre todos los sectores, provocará una creciente concentración en la actividad, con menos productores yerbateros, beneficiando a pocos y perjudicando a la gran mayoría, incluyendo también a los consumidores”, agregó.
Mitos y realidades del mercado yerbatero
El ministro desarmó algunos mitos que circulan desde fuera del territorio. “El productor primario no fija el precio de la hoja verde. Lo establecen los secaderos según el valor de la yerba canchada, pero tampoco ellos lo definen: son los acopiadores y molinos quienes lo determinan al momento de la compra”, explicó.
“Esto ocurre porque el mercado yerbatero está históricamente atomizado en la oferta —más de 13.000 productores— frente a una demanda altamente concentrada —unos 130 molinos y aún menos supermercados—”, puntualizó.
Particularidades productivas y urgencias territoriales
Safrán también remarcó una diferencia clave con otras economías regionales: “La yerba mate no puede almacenarse como la soja. El productor no tiene posibilidad de acopiar: o cosecha y entrega al precio que le paguen, o pierde la temporada”.
Por eso, defendió el rol histórico del INYM: “Sus funciones regulatorias no se limitan a fijar precios mínimos. Son parte de un sistema que busca sostener la actividad en condiciones de equilibrio”.
Desde la provincia, aseguró que se mantiene una política activa para abrir nuevos mercados y desarrollar aplicaciones que estimulen la demanda. “Son factores que permitirían sostener el precio que reciben los productores”, indicó.
Caída de precios y llamado al consenso
Safrán alertó que la quita de competencias al INYM ya tuvo consecuencias visibles: “Desde entonces hasta hoy, el precio de la hoja verde cayó más del 77% en términos reales. No puede explicarse por mayor producción en 2024 y 2025”.
Finalmente, convocó a la unidad del sector: “Es importante que la cadena productiva, al menos en su gran mayoría, busque generar consensos para acordar medidas que devuelvan rentabilidad, especialmente al productor y al trabajador de la cosecha”.




