Frente a un grupo de choferes que reclamaban por la presencia de Uber en la ciudad, Filippa lanzó una advertencia que rápidamente generó polémica:
«No vamos a permitir la circulación de Uber en la ciudad», afirmó, en un claro gesto de respaldo al sector.
Entre los asistentes se observaron rostros habituales vinculados a la estructura oficialista: Ríos, Colman, Higinio y algunos punteros políticos.
La contradicción que incomoda: un funcionario municipal manejando Uber Pese al discurso inflexible del intendente, la controversia ya estaba instalada. Días atrás, vecinos de Iguazú difundieron que Ariel Núñez, funcionario municipal, fue visto conduciendo un vehículo bajo la modalidad Uber, ejerciendo sin inconvenientes la misma actividad que el jefe comunal afirma querer prohibir.
Este episodio dejó al descubierto una evidente contradicción en la gestión local.
Doble vara, falta de autoridad y malestar social La situación abre interrogantes inevitables:
¿Con qué autoridad puede el intendente declarar “fuera de la ley” a un servicio privado cuya regulación excede su jurisdicción? • ¿Qué credibilidad tiene un discurso prohibicionista cuando un funcionario de confianza utiliza abiertamente ese mismo servicio? El mensaje político se vuelve inconsistente y la postura oficial pierde sustento, generando
indignación y desconcierto entre los vecinos y también entre los propios taxistas.
Conclusión
Lejos de resolver el conflicto, el accionar del Ejecutivo municipal expone un problema de fondo: una conducción política que prohíbe lo que a la vez práctica, debilitando su propia autoridad y profundizando la desconfianza de la comunidad.
Fuente y foto: radio Iguazú




