La semana pasada, el dólar mayorista alcanzó el límite superior del esquema de flotación en $1.474, lo que obligó al Banco Central a intervenir con ventas por más de USD 1.100 millones en tres jornadas. Se trata del mayor saldo negativo en un período tan corto desde octubre de 2019.
La presión cambiaria se intensificó tras el revés electoral del oficialismo en Buenos Aires y la posibilidad de que el Congreso revierta vetos presidenciales, lo que deterioró la confianza del mercado. En paralelo, los dólares financieros perforaron el techo de la banda: el MEP cerró en $1.537 y el CCL en $1.559. Las tasas fijas se movieron entre 78 % y 60,5 % TNA, mientras que la curva CER se mantuvo en 26 % real para todo 2026.
El riesgo país trepó a 1.400 puntos y los bonos Globales retrocedieron hasta promediar USD 52, elevando la probabilidad de default implícita al 80 % a cinco años. En este contexto, el Gobierno evalúa un giro en la política cambiaria: se barajan alternativas como la eliminación de las bandas o el aumento del techo.
Mientras tanto, el presidente Javier Milei reprogramó su viaje a Estados Unidos, donde buscará respaldo financiero del Tesoro norteamericano y mantendrá reuniones con Donald Trump y Kristalina Georgieva. El objetivo es acceder a un swap por al menos USD 10.000 millones para afrontar vencimientos de deuda en 2026 y reforzar las reservas del BCRA.
Fuente: Ámbito