En la madrugada del viernes, la Justicia ordenó la liberación de los 104 hinchas de Universidad de Chile que permanecían detenidos tras los incidentes registrados en el estadio Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini, durante el partido ante Independiente. La medida fue dispuesta por la Unidad Fiscal de Instrucción y Juicio N.º 4 de Avellaneda, en el marco de la causa por “resistencia a la autoridad, lesiones leves, lesiones graves y daño”.
La resolución tomó por sorpresa a los familiares y representantes del club, quienes aguardaban una audiencia prevista para la mañana del viernes. El proceso de liberación se inició pasada la medianoche en la Comisaría 4ª de Avellaneda – Sarandí, donde se encontraban 35 de los detenidos. El resto había sido trasladado a otras dependencias. También fueron beneficiados con la excarcelación dos simpatizantes que permanecen internados, sin riesgo de vida. La nómina incluye hombres y mujeres de entre 18 y 56 años.
La liberación fue posible gracias a las gestiones realizadas por Azul Azul S.A., concesionaria del club chileno, y la Embajada de Chile en Argentina. El abogado y director de la entidad, José Ramón Correa, permaneció en el país y encabezó las negociaciones con autoridades judiciales y consulares.
“Acá no hay finales felices, hay finales menos tristes. Cuidar el club es cuidar a sus hinchas”, expresó Correa en declaraciones al medio partidario La Magia Azul, tras confirmar que el regreso a Chile está previsto para el sábado.