Desde el mismo inicio del torneo estableció claras diferencias antes los rivales de su zona y luego no tuvo mayores apremios para llegar a las finales ante un Huracán que mostró un potencial interesante y no se la hizo fácil a los franjeados.
Una tarde en Vila Sarita que comenzó con hechos de violencia, un enfrentamiento entre las barras que dejó heridos en la parcialidad del globito. Es por ello que el cotejo comenzó 16.40, exactamente una hora y diez minutos del fijado.
El primer tiempo tuvo al local con mayor presencia ofensiva y generando varias ocasiones de gol, como ejemplo sirve recordar que en una sola jugada, el travesaño y los palos del golero de Huracán impidieron la apertura del marcador.
La segunda parte fue donde se vivieron los mejores momentos. Huracán con pases largos intentaba complicar y así llegó la apertura. Huracán pasó a ganar tras un largo pelotazo de su arquero que generó dudas en la última línea franjeada y del propio arquero Cantero, donde Mauricio Vergara aprovechó y puso el 1 a 0.
De esta manera, Huracán se ponía en partido, debía hacer un gol más para llegar a la definición. Comenzaron algunas piernas fuertes ante la pasividad del árbitro Sanabria y fundamentalmente de los líneas, que al parecer solo están para marcar cuando la pelota sale de los límites del campo. En varias ocasiones, fueron testigos de agresiones, pero miraron para otro lado.
Con ambos equipos jugados, Huracán tratando de aumentar y Guaraní buscando mantener su invicto, un centro desde la derecha, Mauro Gómez, de cabeza, cuando se jugaban dos de los siete minutos adicionados, puso la igualdad.
Partido “bravo”, típico de una final, donde el empate se ajusta al trámite, más allá de las ocasiones de gol que en la suma, estuvieron del lado franjeado. Huracán siempre lo jugó de igual a igual, pero la experiencia de un equipo armado y la presencia de individualidades de experiencia volcaron la definición de los 180 minutos a favor de los de Villa Sarita.
De esta manera, Guaraní suma un nuevo lauro a su extensa historia, siendo la institución que mayor cantidad de títulos cosechó en el ámbito de la Liga Posadeña de fútbol.
