En medio de tensiones por fondos y sin avances concretos, el jefe de Gabinete Guillermo Francos compartió este jueves un cóctel con mandatarios provinciales durante la inauguración de la 137° Exposición Rural en Palermo. Si bien primó la cordialidad, las provincias insisten en que el Gobierno convoque oficialmente a una mesa de negociación, tras la media sanción en el Senado de los proyectos sobre Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y el impuesto a los combustibles líquidos.
El evento fue organizado por la Sociedad Rural Argentina (SRA) y reunió a gobernadores de distintos espacios políticos: Ignacio Torres (Chubut), Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca), Carlos Sadir (Jujuy), Jorge Macri (CABA), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Marcelo Orrego (San Juan) y Sergio Ziliotto (La Pampa). También participaron el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, y referentes del agro. El gobernador tucumano Osvaldo Jaldo decidió no asistir, reclamando una convocatoria formal del Ejecutivo.
Desde el entorno de los mandatarios remarcaron que no hubo discusiones sobre los reclamos económicos. “Hubo reuniones informales, pero nada mayor”, resumió un dirigente. Otro agregó: “Mientras no se ponga en juego el equilibrio fiscal, las provincias siguen firmes”.
Por la mañana, Francos intentó bajar el tono de la tensión. “No estamos en guerra con los gobernadores”, afirmó en diálogo con Radio Rivadavia. Sin embargo, ratificó que el presidente Javier Milei vetará cualquier iniciativa que implique gasto adicional.
La falta de una estrategia común entre los mandatarios también se hace sentir. Mientras algunos promueven una postura más confrontativa, otros optan por una actitud prudente, esperando definiciones. En paralelo, algunos gobernadores mantienen vínculos abiertos con La Libertad Avanza, lo que complejiza una negociación conjunta.
Las demandas provinciales se mantienen: reactivación de obras públicas, equidad en el reparto de fondos, recuperación de la coparticipación y canales institucionales de diálogo. Por ahora, el Ejecutivo no da señales de ceder.