El 30 de junio fue el último día para registrar exportaciones agroindustriales con alícuotas reducidas. Desde julio, rige nuevamente el esquema completo de retenciones, lo que podría reducir significativamente la liquidación de divisas, luego de un junio récord con 3.706 millones de dólares ingresados, según CIARA-CEC.
Último sprint fiscal antes del ajuste
Según la consultora 1816, en los últimos 12 días hábiles de junio se registraron Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), por 6.500 millones de dólares 2.700 millones en los días finales en una estrategia similar a la del “dólar soja” de 2022, anticipando el fin del beneficio fiscal.
Aunque algunas de estas operaciones aún no se concretaron, el impacto amortiguado sería parcial. El agro necesitaría liquidar unos 4.550 millones de dólares en julio para mantener el ritmo, pero proyecciones privadas marcan una caída abrupta: Wise Capital proyecta apenas 400 millones.
Factores en juego: precios, inventarios y maíz
La baja de precios internacionales, especialmente de la soja, desincentiva ventas. Además, parte de la demanda está siendo cubierta por importaciones desde Paraguay. La analista Mariela Brandolini advierte que “la presión vendedora se redujo en julio”, aunque la cosecha de maíz podría funcionar como contrapeso temporal.
El retorno de las retenciones expone tensiones estructurales
El nuevo escenario pone en evidencia la fragilidad del esquema de incentivos y la fuerte dependencia de ingresos estacionales por exportaciones. El Gobierno enfrenta el desafío de sostener el flujo de divisas en un contexto de ajuste y alta volatilidad cambiaria.