El sábado 27 de mayo celebramos el Día del Bosque Atlántico, fecha en la que se busca concientizar sobre uno de los biomas más biodiversos del mundo y a su vez más amenazados. Cada 27 de mayo, desde hace tres años, se intenta generar conciencia sobre la importancia de la biodiversidad, sus hábitats y los beneficios que brinda el Bosque Atlántico a los pueblos que la habitan. Lo que en Argentina conocemos como selva misionera, es la porción que tenemos en el país de este complejo ecorregional que es compartido con Brasil y Paraguay. Originalmente cubría 1.345.300 km2, pero en los últimos 40 años fue reducido significativamente por la deforestación, la urbanización, la producción, y hoy queda sólo alrededor del 17% de los bosques originales.
En la porción que se encuentra en nuestro país, la Fundación Vida Silvestre Argentina trabaja hace más de 20 años, promoviendo la conservación, capacitación e investigación desde la Reserva de Vida Silvestre Urugua-í, restaurando la selva misionera junto a productores rurales, entre otras acciones, para impulsar la conservación del yaguareté y su hábitat. “Desde nuestras oficinas en Misiones, trabajamos activamente en la provincia, en conjunto con instituciones gubernamentales y no gubernamentales, y en articulación con organizaciones de los países vecinos, para conservar la riqueza natural del Bosque Atlántico y mejorar la calidad de vida de sus habitantes”, señaló Lucía Lazzari, coordinadora de paisajes terrestres de la Fundación Vida Silvestre